Chicos y chicas, que lejos han quedado esas largas tardes de verano en los que veiamos la tele por aburrimiento, chateábamos o mandábamos privados al amigo o amiga que nos habían presentado la noche anterior, todo valía para perder el tiempo, para romper con la rutina de los libros, los apuntes y los tediosos exámenes.
Las tardes en la piscina, las broncas para averiguar a dónde ir, cómo llegar, a quién le toca llevar el coxe ya quedan en el olvido. Pronto pasó agosto y, septiembre llegó, de nuevo a estudiar... recuperar asignaturas, los nervios de emepzar otra vez... nos preguntamos: Cómo será este curso??? las voces siempre sabias del que te dice... pos yo tengo un amigo que me ha dicho que segundo es más fácil que primero y ,a ti,eso te alivia pensando que ya ha pasado lo peor, que sumas y sigues...
Otra tarea difícil para un estudiante sencillo, que aún no ha adquirido la habilidad de entregar el sobre de la matricula el mismo día en que la recoge de secretaría, qué optativas me cojo??? Cuántos créditos he de cumplimentar??? en fin... un nuevo sufrimiento....
Pero llegan las presentaciones en las aulas, los titulares de las asignaturas comienzan a decir cuán importante es su asigantura!!!! cómo se van a impartir las clases y todas aquella retaíla que no hace más que acentuar en el estudiante el ánimo de mañana empiezo pero hoy lo dejo de adaptación...así dura la adaptación al curso hasta diciembre.
Miras desde tu pupitre a tu alrededor y descubres que hay menos gente que el año anterior, Dónde se han ido??? cambiaron de carrera, aquella no era su vocación...
Lo importante en la vida, al fin y al cabo, no es cuántos años de ésto o de aquello estudies, qué profesor tengas o qué notas saques de media. Lo que verdaderamente le interesa a nuestra sociedad y, por tanto, a nosotros mismos, es que seamos personas formadas en valores y en unos principios que nos muevan a construir una sociedad aún mejor que la que nosotros hemos vivido, donde cada vez más exista una formación cualificada en estratos más amplios de la sociedad, donde la educación sea considerada como un pilar básico del desarrollo que ha de darse teniendo en cuenta los valores democráticos de nuestro Estado.
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